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Bernedoodles

Origen del bernedoodle

 

Los primeros bernedoodle llegaron al mundo gracias a los cruces realizados por una criadora estadounidense, quien decidió registrar a los cachorros y darles el nombre de bernedoodle. Este nombre es la combinación de los nombres de las dos razas progenitoras, los boyeros de Berna (berne-) y los caniches (-doodle). Este nacimiento se dio en 2003, momento en el que se establece el origen de la raza bernedoodle.

 

Actualmente, la raza no consta como raza independiente, pues es considerada simplemente un cruce entre dos razas. Sin embargo, goza de gran aceptación, aunque no se establece un estándar oficial de la misma. Existe una variación de la raza denominada bernedoodle australiano, pues surge del cruce entre bernedoodle y labradoodle australiano.

 

Características del bernedoodle

 

El bernedoodle es normalmente un perro de tamaño grande. No obstante, hemos de aclarar que existen tres tipos de bernedoodle en función de su tamaño, puesto que en una misma camada pueden nacer ejemplares grandes, pequeños o toy debido a las diferencias que existen entre las razas progenitoras.

 

Bernedoodle toy: con un peso de entre 4 y 11 kilogramos y una altura a la cruz de entre 30 y 44 centímetros. Aunque se denomine "toy", no se trata de un perro miniatura real, sino de una clasificación dentro de esta raza híbrida, ya que los perros toy no acostumbran a superar los 3 kg de peso.

 

Bernedoodle pequeño: de un peso comprendido entre los 11 y los 22 kilogramos y de 45-57 centímetros de alto. Como en el caso anterior, realmente este tipo de bernedoodle entra dentro del grupo de perros de tamaño mediano.

 

Bernedoodle estándar: con un peso de 30 a 40 kilogramos y 58-74 centímetros de altura a la cruz.

 

De la misma forma que el tamaño de cada perro puede diferir aun habiendo nacido en una misma camada, el pelaje también varía, por lo que existen ejemplares con el pelo liso y otros con el pelo rizado, aunque estos últimos son los más comunes. Este pelaje es hipoalergénico, siendo uno de los motivos por los que la raza se ha vuelto sumamente popular.

 

Siguiendo con las características del bernedoodle, la cabeza de este perro es muy proporcionada, al igual que su hocico, de manera que no se presenta ni muy ancha ni muy fina. Los ojos son medianos, así como sus orejas, que son triangulares y de inserción alta.

 

La esperanza de vida del bernedoodle es de entre 12 y 15 años aproximadamente, siendo normalmente inferior en los ejemplares de mayor tamaño.

 

Colores del bernedoodle

 

Los colores típicos del perro bernedoodle son aquellos que más se asemejan a los del boyero de Berna, cuyo pelaje es tricolor (negro, fuego y blanco). En este caso, además, es habitual observar una franja blanca que comienza en la frente y recorre todo el vientre. Aun así, hay ejemplares que solo son de un color, como ocurre en el poodle. En este caso, suelen ser diferentes tonos de gris o marrón. Igualmente, es común el patrón del boyero de Berna, con la franja blanca, pero dos colores en lugar de tres, así como con colores distintos, como blanco y negro, blanco y gris, etc.

 

El bernedoodle cachorro

 

Los pequeños bernedoodle son increíblemente bonitos, pues son unas bolitas de pelo que adoran los mimos y los juegos. Sin embargo, es en esta etapa vital cuando los perros de esta raza presentan un carácter más obstinado, siendo sumamente testarudos. Esa tozudez puede dificultar su adiestramiento, por lo que se considera necesario comenzar con su educación lo antes posible. Eso sí, es fundamental que el cachorro permanezca con su madre y hermanos hasta que se produzca el destete natural, que suele ocurrir alrededor de los dos o tres meses de edad, ya que es con su madre con quien inicia el proceso de socialización y la encargada de transmitirle las primeras enseñanzas. Una adopción prematura puede provocar problemas de comportamiento en un futuro por haber entorpecido este proceso. Descubre Cómo socializar a un cachorro correctamente una vez destetado y adoptado.

 

Carácter del bernedoodle

 

Este perro mestizo destaca por su carácter afable, pacífico y reservado. Suele desarrollar cierta dependencia hacia los miembros de su núcleo familiar, pero mostrarse sumamente desconfiado con los desconocidos. Por ello, el bernedoodle no acostumbra a tolerar bien la soledad, especialmente si no ha sido educado para ello. De hecho, puede incluso a desarrollar depresión o ansiedad por separación. De esta forma, se trata de un perro que necesita atención y mucho mucho cariño. No es un buen can para aquellos que pasen mucho tiempo fuera de casa o no puedan dedicarle tiempo de calidad que necesita, jugando, paseando o haciendo cualquier otra actividad en su compañía.

 

Por otro lado, si ha sido socializado correctamente, el bernedoodle encaja perfectamente con aquellas familias con niños, puesto que le encanta jugar con ellos y pasar horas juntos. Igualmente, se adapta bien a la vida con personas mayores o en hogares en los que ya viven otros perros, gatos u animales. No obstante, siempre se debe llevar a cabo una adecuada presentación para evitar posibles problemas de convivencia y tolerancia.

 

Por último, el bernedoodle es atento e inteligente debido a la herencia del caniche, que representa una de las razas más inteligentes del mundo. Por este motivo, los juegos de inteligencia son perfectos para este mestizo. Así mismo, es importante destacar que, a veces, puede mostrarse un tanto territorial, pues busca proteger a los suyos de posibles amenazas, aunque no es un perro agresivo. Tampoco es ladrador, solo cuando considera que hay un peligro potencial y siente la necesidad de avisar.

 

Cuidados del bernedoodle

 

Uno de los cuidados del bernedoodle más importantes es la realización de ejercicio físico diario, el cual debe ser de intensidad moderada-alta. Esto es fundamental porque se trata de un can bastante enérgico, que si no se ejercita lo suficiente puede sufrir alteraciones tanto físicas como mentales. Por ello, lo mejor suele ser combinar paseos calmados con juegos y actividades físicas de intensidad alta, como carreras o circuitos de agility.

 

También es importante destacar que la alimentación ha de ajustarse al tamaño de cada ejemplar, siempre eligiendo alimentos de alta calidad, pues una buena alimentación es la base de una buena salud. Esta alimentación puede ser a base de pienso, de comida casera o una dieta mixta que combine ambos alimentos. En el caso de la dieta casera o mixta, es recomendable consultar con un veterinario especializado en nutrición a fin de cubrir las necesidades nutricionales del bernedoodle correctamente.

 

Por otro lado, el mantenimiento del manto también forma parte de los cuidados del bernedoodle, especialmente en los ejemplares de pelo rizado. Así, se aconseja cepillarlo de forma regular, unas dos o tres veces por semana, y visitar a la peluquería canina de vez en cuando, ya que estos canes no pierden tanto pelo y puede acumularse el pelo muerto, algo totalmente contraproducente. En cuanto al baño, debe llevarse a cabo cuando es estrictamente necesario.

 

Educación del bernedoodle

 

Como ya hemos comentado, es muy importante iniciar la educación del bernedoodle lo antes posible. Aunque lo adoptes siendo adulto, debes saber que, debido a su increíble inteligencia, suele adaptarse muy rápido e interiorizar los nuevos conocimientos de una forma asombrosa.

 

Puesto que uno de los principales "problemas" del perro bernedoodle es que suele ser muy tozudo, el refuerzo positivo se torna todavía más importante en esta raza híbrida. Así, adiestrarlo con premios, palabras de ánimo o caricias te permitirá obtener excelentes resultados porque el animal se mantendrá motivado y dispuesto a seguir aprendiendo. No te pierdas nuestro artículo sobre Cómo adiestrar a un perro para tener claro por dónde empezar y cómo.

 

Por otro lado, recuerda que se trata de un can que no tolera la soledad, de manera que otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de educar al bernedoodle es este. Es fundamental que lo acostumbres a quedarse solo ayudándole a asociar ese momento con estímulos positivos, ya que así el animal estará tranquilo en tu ausencia y tú también. Para ello, consulta este artículo: "¿Cómo acostumbrar a un perro a estar solo?".

 

En general, son perros tan inteligentes y se muestran tan atentos, que no tardan en aprender, por lo que con muy pocas repeticiones asimilan la orden o la modificación en el comportamiento que queremos transmitir. Aun así, como ocurre en cualquier animal, puede suceder que se les resistan determinados aprendizajes, en esos casos es vital no desesperarse y, sobre todo, no utilizar el castigo. La paciencia, la calma y la constancia son siempre las principales claves.

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